lunes, 29 de mayo de 2017

El tattoo 1ª parte

Os voy a contar mi experiencia con mi tattoo. Tenía ganas de hacerme un tatuaje, pero me daba pánico hacerlos... hasta que por casualidad un día hablando con un chico en mi trabajo me dijo que era tatuador y que me animara que no tuviese miedo, que no me haría daño. Bien, quedamos al día siguiente en que vendría a mi casa para hacérmelo... y así fue... llego y me dijo que me relajara, que estuviese tranquila, que me acostara en la cama para estar más cómoda. Le hice caso me tumbe y baje mis pantalones, por debajo de mi cintura.


En ese momento note como se quedó mirando y quieto por unos segundos... le pregunte si le pasaba algo y me dijo no. Empezó haciéndome el dibujo, seguía nerviosa. Conforme fue bajando a la zona del pubis note como apoyaba su mano encima y note una sensación extraña... empezaba a gustarme como sentía su mano en mis partes... entonces fui yo la que dio un suspiro y el me pregunto si todo bien... le conteste que si, pero creo que se dio cuenta de lo que podía estar sucediendo porque empezó a apretar más la mano y a moverla con sutileza, el cabrón me estaba provocando y quería que me excitara.
Sentía el dolor del tatuaje, pero a la vez empezaba a humedecerme y eso me estaba encantando. El sabía lo que estaba sucediendo... lo notaba por su respiración, y fue entonces cuando me dijo qué tenía que bajarme un poquito más la ropa. Le dije que no habría problema y él me respondió tranquila no te preocupes, tú relájate. Agarró mi pantalón y tanga y me los bajo hasta las rodillas, de golpe me vi con todo al aire y enseñándoselo, pero lo mejor que sin querer rozo mis genitales. Mmmmm... exclame... volvió a preguntarme si todo iva bien y le dije con disimulo si... si... lo que pasa es que me escuece un poco la herida... me contesto que era normal. Para aliviarme, empezó a soplarme la barriga y fue bajando y bajando... hasta que comenzó a soplarme en el clítoris y bufff...se me puso la carne de gallina. No podía creerme lo que estaba sucediendo, yo solo Quería hacerme un tatto y estaba excitada, con el chichi al aire y el tatuador soplándome el clítoris mmm. Siguió tatuándome y yo suspiraba, gemía... ya no sé que podía más si el dolor el placer o la mezcla de ambos. Pasaba el trapito para limpiarme y volvía rozarme.
 Ninguno decíamos nada, pero ambos sabíamos que estábamos muy excitados... pero era normal a la vez que me tatuaba con el roce me estaba masturbando. Su brazo apoyaba mis partes, su respiración era fuerte y yo gozaba de ver su excitación... hasta que no pude más y me corrí. Grite, no pude evitarlo, me moría de la vergüenza, pero le dije que me dolía mucho... pero por su sonrisa supe que el sabia de sobra lo que había pasado, que gracias a el me había corrido. No hablamos del tema, no nos dijimos nada...eramos dos auténticos desconocidos y jamas habíamos tenido contacto, pero estoy deseando que venga a hacerme la segunda parte del tattoo.

Os quiero enseñar lo que me pasó al recordar esta situación, para que veáis la excitación que produjo todo esto.


Si os gustaría tener mi lencería con mi flujo no dudéis en poneros en contacto conmigo por privado y os podéis parar por la zona de lencería y veis lo que tengo en venta amores. 
Espero que os haya gustado, aún no he acabado el tattoo y os seguiré contando más experiencias que he tenido. Me gustaría saber mucho vuestras opiniones. 

LUCÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario